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Hispanica tibi gaudium erit

El estudio de octubre

Nelson Navarrete • May 24, 2022 • 8 minutes
Updated Oct 9, 2023
El estudio de octubre
The Graf Method for Spanish Language

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In this volume, we discuss the alphabet, definite and indefinite articles, and verbs ser and estar, among other topics.

(Content warning: this fiction story is R-rated because it features physical and psychological violence. Trigger warning: there are references to violence, self-harm, drugs, forced captivity, murder, cannibalism, incest, and mental illness).

Una noche en la cual estaba más aburrido de lo común en casa de mis padres, decidí ir al ático para fisgonear[1] en los baúles[2] de las antigüedades de mis abuelos que mi madre obstinadamente[3] mantiene allí como si fueran tesoros nacionales. Creí que sería divertido husmear[4] entre tanto cachivache[5] y álbumes de fotos en blanco y negro ya demacradas[6] por el paso del tiempo, justo como lo hacía cuando era niño. También quería recrear esas aventuras infantiles donde mi ascenso al ático se sentía como una aventura a otro mundo y las dimensiones de la arquitectura de las escaleras parecían muy amplias y hasta un punto un poco intimidatorias.

Pero ahora, este viaje al pasado es muy diferente a los que hacía en aquellos años. Las escaleras al ático son un trayecto[7] muy estrecho[8] e incomodo en el cual mis dos metros de estatura y mi corpulencia actual son un obstáculo natural que hacen que este trecho[9] se sienta como subir unas escalerillas en una mina de carbón que terminan con una puertecita diseñada para duendes[10] y no para humanos. Aún así, no permití que estos inconvenientes me persuadieran de no completar mi objetivo de esa noche.

Así que después de forzar mi cuerpo por el angosto pasadizo[11] entre el pasillo[12] y el ático, me encontré con la desdicha[13] de una puertita atorada que me causó una innecesaria frustración que culminó con varios insultos a mi mala suerte de esa noche. Lo que ocurrió a continuación era bastante predecible. Forcejeé[14] con la puerta para abrirla poniendo todo mi peso contra ella hasta que de imprevisto[15] la puertita cedió y me concedió el acceso violentamente al ático y, después de tropezar[16] con el último escalón[17], caí boca abajo y quedé tendido en el suelo por unos minutos. Quizás fueron las seis copas de vino que había bebido mientras mis padres criticaban cómo había desperdiciado mi vida hasta este punto o tal vez fue el golpe que me di en la frente, pero cuando abrí los ojos, estaba demasiado aturdido y confundido y no estaba muy seguro de dónde estaba. Después de ubicarme[18] y sentarme en el suelo pude recordar lo ocurrido y proseguí a encender la luz para poder ver más claramente.

Fue en ese instante cuando me sorprendí porque el ático estaba en excelente condiciones, como si alguien lo hubiera organizado y limpiado con mucho esmero[19]. No puedo mentir, fue una grata sorpresa ya que esperaba encontrarlo lleno de polvo, cucarachas muertas y quizás un ratón u otro roedor. Mientras abría y cerraba algunos de los baúles para encontrar algo digno de mi atención, me di cuenta que había una pequeña compuerta detrás de uno de los baúles que abrí y creí que esto era muy extraño porque yo había explorado este ático intensamente de niño y nunca había visto esa compuerta. Sentí un cosquilleo a lo largo de mi espalda muy similar al que sentía cuando algo me emocionaba mucho de pequeño. Así que con una emoción casi infantil moví el baúl fuera del camino, abrí la compuerta y encontré dentro un cuadernillo de apuntes que tenía escrito “Grupo octubre” en la portada, unas fotografías polaroid y un cofre[20] pequeñito. Inmediatamente me senté cruzado de piernas y me sorprendió la facilidad con la cual lo hice porque en realidad no soy tan flexible como antes ni el ático parecía ser tan espacioso como en el pasado, pero la curiosidad por ver qué había en el cuadernillo hizo que lo demás fuera algo secundario.

Tras pasar unas páginas de escritos bastante aburridos y técnicos, llegué a unas páginas un poco perturbadoras[21] que tenían una tabla con los nombres de veinte personas asignándoles códigos numéricos y en las páginas a seguir sólo se referían a estas personas como participantes acompañados por el número asignado a cada uno. Algo interesante era que la lista no empezaba en el número uno sino en el doscientos uno y terminaba en el doscientos veinte. También había una nota diciendo que los códigos eran necesarios para ser completamente imparciales y para evitar cualquier clase de emoción dirigida a los participantes del estudio. En las páginas siguientes se mencionaba la hipótesis a comprobar de este estudio: “¿Qué influencia más el comportamiento humano, los estímulos del ambiente habitado o los lazos familiares de sangre?”. En las páginas siguientes se establecía que los participantes estaban divididos en cuarto grupos y cada grupo era una familia de cinco integrantes, pero los cuatro grupos tenían diferentes configuraciones. El grupo A consistía de un padre, una madre, dos hijas y un hijo. El grupo B estaba formado por una madre y cuatro hijas. El grupo C tenía un abuelo, el padre, la madre y dos hijos varones. Y había cinco hermanos —dos chicos y tres chicas— en el grupo D. No era nada claro de dónde provenían estos participantes y cómo habían sido elegidos para el estudio, pero en las notas decía que todos tenían uso completo de todas sus facultades.

En las páginas a continuación se detallaba qué ubicación fue asignada para cada grupo y era claro que los participantes no tendrían acceso al mundo exterior por todo el mes de octubre. El grupo A estaba en un templo gótico abandonado, el grupo B estaba en una fábrica de muebles que no funcionaba desde hacía tres años, el grupo C estaba en un laboratorio que había sido confiscado por actividades ilícitas y el grupo D estaba en una cabaña en un bosque sin que fuera mencionado el nombre.

Aparentemente los grupos estaban en observación veinticuatro horas al día y cuando empecé a leer las etapas de este “estudio” — que parecía más un experimento inescrupuloso[22] — sentí escalofríos[23] a lo largo de mi espalda y no podía creer lo que estaba leyendo.


Primera etapa[24]

Duración: una semana

Objetivo: crear un sentido de seguridad y fraternidad entre los participantes.

Procedimiento: se les brindará alimentos, bebidas en forma abundante y todos los servicios básicos funcionarán - electricidad, gas, agua y desagüe

Observaciones: los grupos continuaron usando un sistema jerárquico similar al mundo exterior donde los mayores (y generalmente los más fuertes) tienen la palabra final sobre las acciones y actividades de los otros miembros del grupo. Vamos a identificar a estos participantes como los líderes convencionales.


Segunda etapa

Duración: una semana

Objetivo: fortalecer un sistema jerárquico convencionalmenteincoherente

Procedimiento: se le otorgará poder absoluto de las raciones y acomodaciones al miembro generalmente más vulnerable y más débil del grupo — Los líderes vulnerables

Observaciones: como lo predijimos, hubo un cambio inmediato en la dinámica de cada grupo y los lideres convencionales tuvieron muchos problemas para adaptarse al nuevo sistema. La persuasión invasiva fue necesaria para lograr la transferencia de poder en todos los grupos.

La persuasión invasiva se refiere al uso de un collar que ofrece una descarga eléctrica de cincuenta mil voltios por cinco segundos y esta descarga está controlada por un dispositivo bajo el control de los líderes vulnerables.


Tercera etapa

Duración: cuatro días

Objetivo: establecer si los líderes convencionales son líderes naturales

Procedimiento: se eliminarán todas las raciones, y se interrumpirán los servicios y se desactivarán los collares eléctricos

Observaciones: la dinámica en cada grupo tomó direcciones diferentes. En el grupo A el padre castigó fisicamente y severamente al hijo, quien era el miembro más joven del grupo y el líder vulnerable de la segunda etapa. También agredió a la esposa por tratar de interceder y se dio prioridad a sí mismo en la repartición de comida, negándole todas las raciones al hijo por un día. En el grupo B, la hermana mayor tomó el liderazgo y repartió las raciones de una manera justa. En el grupo C los participantes encerraron al abuelo en un refrigerador desactivado por dos días enteros en retribución al maltrato que él les propició con los collares eléctricos. Y en el grupo D, los cinco hermanos discutieron constantemente pero no hubo violencia física.


Cuarta etapa

Duración: tres días

Objetivo: distorsionar la realidad y observar los cambios en el comportamiento agresivo

Procedimiento: se restablecerá el flujo de suministros y servicios pero añadiendo dietilamida de ácido lisérgico (conocida por sus siglas en inglés —LSD) en bajas cantidades en los líquidos para distorsionar la realidad

Observaciones: los participantes presentaron sentimientos de euforia, alegría y armonía en las primeras horas después de recibir los suministros. Casi inmediatamente la mayoría de participantes empezaron a esconder comida y bebidas. Los participantes gradualmente comenzaron a exhibir los efectos causados por la LSD — alucinaciones auditivas y visuales. Adicionalmente, tres participantes desarrollaron paranoia el segundo día. El tercer día se presenciaron varios actos altamente violentos entre algunos participantes. En el grupo A el padre se enloqueció y causó la muerte de su esposa e hijos. En el grupo B, todas las mujeres desarrollaron trastornos de personalidad limítrofe lastimándose a sí mismas severamente. En el grupo C, los dos hijos desarrollaron esquizofrenia y presentaron conductas de canibalismo que causaron la muerte de sus padres y su abuelo. El grupo D entró en un trance que podría definirse como un aquelarre[25] incestuoso.


Quinta etapa

Duración: en este punto el gobierno decidió terminar el estudio abruptamente concluyendo que ya se tenía toda la información necesaria

Objetivo: terminación del estudio sin dejar evidencia

Procedimiento: se incineraron las locaciones con sus ocupantes

Conclusión: se confirmó que los elementos externos pueden tener más influencia que los lazos familiares sanguíneos.


Quedé muy consternado[26] después de leer estos apuntes e inmediatamente tuve que mirar las fotos casi involuntariamente. En las primeras fotos se podía observar claramente que los participantes eran integrantes de la comunidad aborigen de la región y todas las personas parecían estar en muy buen estado físico y buena salud. En el segundo grupo de fotografías podía verse que las personas debían estar bajo mucha presión ya que su expresión facial mostraba mucho temor o estrés y en las siguientes fotografías podía observarse sin ninguna duda que las personas tenían heridas físicas bastante notables, pero no podría encontrar las palabras para describir las imágenes aterradoras que vi en las últimas fotografías. En este punto recordé la existencia del cofrecito y proseguí a abrirlo. Dentro, encontré una fotografía de mi infancia junto a mis padres en batas blancas y estábamos en un edificio blanco. Al ver esta fotografía automáticamente me puse de pie y al hacerlo me golpeé en la cabeza con el techo del ático y caí inconsciente al suelo. Debí haber estado tendido en el piso por mucho tiempo porque al despertarme me di cuenta que todo estaba lleno de polvo y había un olor a naftalina. Traté de componerme rápidamente para confrontar a mis padres sobre mi reciente descubrimiento en el ático, pero no pude encontrar ni el cofrecito con mi fotografía, ni el cuadernillo de apuntes, ni las fotografías de los participantes y esto me dejó un poco sorprendido. Aún así intenté salir del ático y bajar esas estrechas escaleras rápidamente, pero al llegar al pasillo que conectaba con las escaleras sentí que alguien me había tomado del brazo firmemente y oí la voz gentil de un hombre idéntico a mi padre que me dijo: “Alfonso, ¿qué haces aquí solo? ¡Tú ya sabes que no debes estar fuera de tu pabellón[27] sin supervisión!”. Este hombre acompañado por dos adicionales me guiaron a través de una serie de puertas de seguridad y finalmente llegamos a una sala con muchas personas que a mi parecer tenían trastornos psiquiátricos serios. En ese momento una mujer muy parecida a mi madre y vestida muy elegantemente se nos aproximó y les dijo a los hombres: “¡Otra vez se escapó Alfonso! quizás esta noche tendremos que ponerlo en una camisa de fuerza[28].”

****

Glosario

[1] fisgonear - to snoop

[2] el baúl - chest, trunk

[3] obstinadamente - stubbornly

[4] husmear - to poke around

[5] el cachivache - piece of junk

[6] demacrada/o - wasted away

[7] el trayecto - way

[8] estrecho - narrow

[9] el trecho - path

[10] el duende - leprechaun

[11] angosto pasadizo - narrow passage

[12] el pasillo - corridor, hallway

[13] desdicha - misery

[14] forcejear - to tussle

[15] de imprevisto - unexpectedly

[16] tropezar - to trip over

[17] el escalón - step

[18] ubicarse - to settle down

[19] el esmero - care

[20] el cofre - jewel box, chest

[21] perturbador(a) - disturbing

[22] inescrupulosa/o - unscrupulous

[23] los escalofríos - chills

[24] la etapa - stage

[25] el aquelarre - witches’ sabbath

[26] consternada/o - shocked

[27] el pabellón - pavillon

[28] la camisa de fuerza - straight jacket

Nelson Navarrete
Nelson Navarrete

Nelson Navarrete is a Spanish language instructor at Berges Institute.

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